Aquí tienes
vengo a hacerte entrega
de mis armas y mis combates
también de mis delirios
y de las flores que crecían
en la arena movediza
Toma mis puñales heroicos
y clávamelos en la esperanza
no dejes un solo trozo vivo
para que no duela
haz seguro el movimiento metálico
No habrán denuncias
nadie sabe que existes ni existirás
has silenciado cada encuentro
cauteloso, medido y amordazado
planificando muertes
Desde algún cielo oscuro
donde ni una sola estrella se atreve
te estaré mirando en la torre de piedra
en silencio, sangrando, estoicamente
como la heroína que no he sido
jamás
1 comentario:
del más fino acero húngaro...
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