lunes, 6 de octubre de 2014





















Algo se ha fugado
lo delata el espacio vacío
el silencio
lo caótico de esta existencia

Había algo aquí
lo sé
no puedo nombrarlo
no todo puede ser nombrado
y aún sin palabras
puedo decirlo

Había algo aquí
y se ha fugado

Atontada, a tientas
a medias tintas
persigo el rastro de aquello
que no pronuncio ni
reconozco

He sido yo?

Silencio

lunes, 23 de junio de 2014

El Gran Número
























Cuatro mil millones de gentes sobre esta tierra,
y mi imaginación es la que era.
No se le dan bien los grandes números.
Sigue conmoviéndola lo particular.
Vuela en la penumbra cual luz de linterna,
revela sólo los primeros rostros de la fila,
mientras el resto se pierde en el abismo ciego,
en el no pensamiento, en el no olvido.
Pero esto, ni el mismo Dante lo detendría.
Y qué decir cuando una no lo es,
aun con todas las musas a mi lado.

Non omnis moriar – pena prematura.
Pero, ¿acaso vivo entera?, ¿y si esto basta?
Nunca ha bastado, mucho menos ahora.
Elijo rechazando pues no hay otra manera,
pero lo que rechazo es más numeroso,
más espeso, más insistente que nunca.
A costa de pérdidas indescriptibles, un poemita, un suspiro.
A una llamada estruendosa respondo con un susurro.
Cuánto silencio, no lo contaré.
Un ratón al pie de su montaña materna.
La vida dura unas pocas huellas de uña sobre la arena.

Mis sueños, incluso, no son, como debieran, populosos.
Hay más soledad en ellos que multitudes y jaleo.
A veces pasa un momento alguien ya difunto.
Una sola mano mueve el pomo.

La casa vacía se cubre de anexos de eco.
Desde el umbral bajo corriendo al valle
Silencioso, como de nadie, ya anacrónico.

De dónde aún este espacio dentro de mí.
No lo sé.

Wislawa Szymborska

lunes, 26 de mayo de 2014

Amor Feliz


















Un amor feliz. ¿Es normal,
serio, útil?
¿Qué saca el mundo de dos personas
que no ven el mundo?

Encumbrados hacia sí mismos sin mérito alguno,
dos al azar entre un millón, pero seguros
de que así tenía que ocurrir. ¿Como premio de qué?, de nada;
la luz llega desde ninguna parte.
¿Por qué cae precisamente sobre ellos y no cae sobre otros?
¿Ofende eso a la justicia? Así es.
¿Viola principios cuidadosamente almacenados, derriba
de su cima a la moral? Viola y derriba.

Mirad qué felices:
¡si disimularan aunque fuera un poco,
si fingieran aflicción para animar a los amigos!
Escuchad cómo ríen. Es insultante.
Qué lenguaje utilizan, aparentemente comprensible.
Y esas ceremonias suyas, esas celebraciones,
sus rebuscadas obligaciones de unos para con otros,
¡parece una conspiración a espaldas de la humanidad!

Resulta incluso difícil prever qué sucedería
si pudiera cundir su ejemplo.
Qué podrían hacer religiones, poesías;
qué se recordaría, qué se abandonaría,
quién querría permanecer en el círculo.

Un amor feliz. ¿Es necesario?
El tacto y el sentido común nos obligan a callar al respecto
como si de un escándalo en las altas esferas de la Vida se tratara.
Espléndidos bebés nacen sin su ayuda.
Nunca podría poblar la tierra,
no es, que digamos, muy frecuente.

Que la gente que no conoce un amor feliz
afirme que no existe un amor feliz en ningún sitio.

Con esa creencia les será más llevadero vivir, y también morir.



Wislawa Szymborska