martes, 24 de julio de 2012

Llévame

El frío como una constante
línea apenas mutable
entre caricia y caricia
y mil noches de llana ausencia

Un pájaro se estrella contra el vidrio
y aletea desesperado hacia la imagen
de su propia imagen aleteando
y cae, agotado de torpe insistencia

En esta caja hay palabras contenidas
la llave que nunca gira espera
yace sobre minutos acompasados
resistiendo al verbo temerario

Allí afuera hay amaneceres que anuncian
rojas sinfonías de amor o de muerte
y aquí los ojos, colgando del techo impávidos
se ciernen sobre el oscuro muelle

He de partir,  lo sé
estoy amando
a pesar del pájaro, del frío y de la muerte
que amanecerá ineludible en las ventanas 

Llévame!







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