martes, 2 de junio de 2009

Morir

Anoche lo ví
inerte, como una alfombra
en la calle
entre las luces
entre gente apurada.

Se hizo el silencio
y fugó hacia alguna parte
lejos del caos
hacia la nada
hacia ningún beso
hacia ninguna risa
hacia nada más.

En mi memoria,
sus brazos extendidos
implorando el abrazo,
sus ojos perdidos
en ninguna mirada.
Y nada había
más que la calle,
y las luces,
y gente apurada.

Y de pronto
quise vivir
dejar de amontonar días,
vivir!


4 comentarios:

evest dijo...

Lo inesperado, es decir, la irregularidad, la sorpresa son elementos vitales y característicos de la belleza que hay en tus poemas...
Un abrazo,
eve

Patricia dijo...

Quizas porque asi es la vida y así somos, irregulares, inesperados, sorpresivos....muchas veces contradictorios. Estos son días de silencios, de palabras difíciles y sin embargo, en un hecho tan mundano y despreciable como la muerte, encontré algo de poesia para mis dias mudos...

Me alegra saber que encuentres belleza en ella...

besos

L.

evest dijo...

Por ahí pasa que la realidad depende de nuestra percepción, la percepción de nuestros sentidos, y nuestros sentidos se ven influenciados por nuestro estado de ánimo...
por eso a veces vemos belleza donde anteriormente hemos mirado y no hemos encontrado...
La realidad solo existe depende de como llegamos a ella...
un abrazo,
eve

Patricia dijo...

Eve, me encantó lo que dijiste...
Las palabras fueron muy acertadas...

Gracias por contribuir al sentir y pensar de esta humilde receptora..

besitos

L.