
martes, 24 de mayo de 2011
Diálogo
La noche se ha hecho palabra
húmedas oraciones
salpicadas de agonía
No quise, tú lo sabes
tú que estás ahí dentro
y te desdoblas y me abandonas
me miras como extrañada
y me oyes decir lo que yo no quiero
ni quiero ver.
Me miras desnuda porque me miras
desde los huesos
y yo te hablo como si no me conocieras.
Déjame sola, no me escuches!
no me llores
déjame de doler.
martes, 22 de febrero de 2011
lunes, 27 de diciembre de 2010
La liberación es
Despertar sin ese pensamiento
clavado en la sien
un aire a primera vez
acariciando las ventanas
con sus dedos blandos
sin puños, sin puñales
una extraña que ríe
en un espejo roto
un misterioso agujero blanco
al pie de la tormenta
cien pájaros volando
y uno muerto de asfixia
una lluvia de versos sin sentido
una mujer sin paraguas
una casa sin rincones
sin cajones y sin salas de espera
una flor que se desnuda de preguntas
y renace
sin ninguna respuesta.
jueves, 5 de agosto de 2010
sábado, 26 de junio de 2010
Imaginario
No es verdad
que eres
de verdad.
No estuviste
aquélla noche
entre la niebla
No hablabas
de un lugar
imaginario
No era yo
la que reía
tras el humo.
En cuál sueño
volveré
a encontrarte
En cuál suspiro
volverás
a perderme.
lunes, 14 de junio de 2010
Misterio gozoso
Pongo la punta de mi lengua golosa en el centro
mismo
del misterio gozoso que ocultas entre tus piernas
tostadas por un sol calientísimo el muy cabrón
ayúdame
a ser mejor amor mío limpia mis lacras libérame de
todas
mis culpas y arrásame de nuevo con puros pecados
originales, ya?
Oscar Hahn
miércoles, 26 de mayo de 2010
Restos
No hay un silencio más parecido a la muerte
que éste habitante entre las hojas desgarradas
del jardín donde se han fugado todas las mariposas
revoloteando rabiosas hacia otras flores
abiertas y húmedas como fuiste, prisionera
atada tu frente a los pies azules de Afrodita
arrodillada entre las ramas del tenaz deseo.
No hay fruto más amargo que ya puedas morder
ni entre tus brazos el aliento del vendaval más furioso
barriendo el lecho de cenizas que yace sobre tu vientre, madre
progenitora de caricias fervientes como en las manos de los ciegos
aferradas al contorno de algún imaginario rostro que sonríe.
No hay un solo hueco de luz entre las voces amontonadas
tejiendo palabras agridulces entre las fibras de tus sienes
zumbido insistente que no se rinde ante tus ruegos, mendiga
vagabunda entre los oscuros reflejos de lo que queda:
un montón de huesos blandos esbozando tu silueta de mujer.
que éste habitante entre las hojas desgarradas
del jardín donde se han fugado todas las mariposas
revoloteando rabiosas hacia otras flores
abiertas y húmedas como fuiste, prisionera
atada tu frente a los pies azules de Afrodita
arrodillada entre las ramas del tenaz deseo.
No hay fruto más amargo que ya puedas morder
ni entre tus brazos el aliento del vendaval más furioso
barriendo el lecho de cenizas que yace sobre tu vientre, madre
progenitora de caricias fervientes como en las manos de los ciegos
aferradas al contorno de algún imaginario rostro que sonríe.
No hay un solo hueco de luz entre las voces amontonadas
tejiendo palabras agridulces entre las fibras de tus sienes
zumbido insistente que no se rinde ante tus ruegos, mendiga
vagabunda entre los oscuros reflejos de lo que queda:
un montón de huesos blandos esbozando tu silueta de mujer.
lunes, 17 de mayo de 2010
Escrito con Tiza
Uno le dice a Cero que la nada existe
Cero replica que Uno tampoco existe
porque el amor nos da la misma naturaleza
Cero más Uno somos Dos le dice
y se van por el pizarrón tomados de la mano
Dos se besan debajo de los pupitres
Dos son Uno cerca del borrador agazapado
y Uno es Cero mi vida
Detrás de todo gran amor la nada acecha
Oscar Hahn
viernes, 14 de mayo de 2010
Lee, Señor mis versos defectuosos
Lee, Señor mis versos defectuosos
que quisieran salir pero no salen:
ya ves que poco valen mis esfuerzos
y mis desdichas ay qué poco valen
Con tu ayuda saldrían universos
de palabras preñadas pero salen
débiles moribundos estos versos:
deja que el último suspiro exhalen
Ayúdame, Señor: que no zozobre
en la mitad de este terceto pobre
mira estas ruinas: palpa su estructura
dónales lo que tengas que donarles:
y la vida que yo no supe darles
dásela tú, Señor, con tu lectura.
Oscar Hahn
que quisieran salir pero no salen:
ya ves que poco valen mis esfuerzos
y mis desdichas ay qué poco valen
Con tu ayuda saldrían universos
de palabras preñadas pero salen
débiles moribundos estos versos:
deja que el último suspiro exhalen
Ayúdame, Señor: que no zozobre
en la mitad de este terceto pobre
mira estas ruinas: palpa su estructura
dónales lo que tengas que donarles:
y la vida que yo no supe darles
dásela tú, Señor, con tu lectura.
Oscar Hahn
jueves, 29 de abril de 2010
Al vacío
Sentir el aire liviano bajo los pies
aflojar los músculos
decir que sí cuando el “no” te grita-
despiadado- huye!
y no escucharlo, y no sentirse
temblar en la cornisa
Sentir el zigzagueo de la sangre
devorarte las entrañas
morderte en la estática posición fetal
encerrada en el silencio de los cobardes
en la cueva del olvido
Sentir que puedes lo imposible
lo innombrable que se hace voces
gritando entre tus sienes
salta! salta!
no esperes nada
aquí te espero.
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