Salgo del laberinto de la memoria
tambaleando mi humanidad
hasta la congoja.
Me reprocho esta tarde de angustia
entre botas, diarios, puertas,
cacerolas y las fotos
de los que cuelgan ,
suspendidos en el tiempo inconcluso
como esperando volver y ser abrazados.
El sendero me mira cauteloso
me percibe frágil y calla.
Me siento, respiro
transito interiores y exteriores
entre visiones opuestas.
Mujer, jardín.
Dolor, belleza.
Mis pies lastiman hojas secas
que se quejan a mi paso,
pero,
están muertas?
porque las siento susurrar bajito?
no olvides,
no olvides,
solo así valdrá la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario