No hablaba, no oía, no miraba
transitaba una y otra vez
entre decisiones detenidas
en punto muerto.
Sentía pero no creía
rasgaba la pared
imposible del olvido
y las manos sangrantes
tocaron punto muerto.
El humo habitó su boca
y vació palabras sin destino
agudos pensamientos febriles
de una noche
en punto muerto
Ahogó en un puño el papel
de su historia inútil
derramó sal y anhelos
sobre su pecho abierto
que ya latía mudo
en punto muerto.
1 comentario:
Una mujer a solas tras los muros,
unos pasos, un oscuro deseo,
hasta mí llega de otro mundo
como alguien que he amado y que me habla
desde un ataúd lleno de piedras...
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